Una evaluación realizada por autoridades federales, estatales y municipales de Acapulco durante 2009-2010 arrojó que dos terceras partes de 17 unidades habitacionales, con cerca de mil 400 edificios en conjunto, son consideradas de riesgo o de mayor vulnerabilidad a sufrir daños con un sismo superior a 6.5 grados.
El director general de Sistemas y Normatividad de Protección Civil en el estado, Víctor Gabriel Flores Vela, dijo que hasta en 10 de estos complejos se encontraron problemas en su estructura. “Dos terceras partes de esos edificios tienen riesgo mayor, no de que se vayan a caer, pero sí que pueden sufrir daños con sismos de 6.5 grados”.
Entrevistado antes de participar en la Reunión Interinstitucional de Fenómenos Naturales, el funcionario recordó que durante 2009 y finales de 2010, académicos en ingeniería, protección civil, del Colegio de Ingenieros y del Tecnológico de Acapulco participaron en un estudio de evaluación de 50 edificios. Cada complejo habitacional está integrado por un mínimo de 50 edificios, en algunos alcanzan hasta los 80 condominios.
Flores Vela comentó que Chilpancingo, Zihuatanejo e Iguala cuentan también con unidades habitacionales consideradas de riesgo y se tiene programado un segundo proyecto de revisión de edificios con recursos patrocinados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Dijo que los edificios habitacionales deben tener una placa con la fecha de construcción y el tiempo de vida; sin embargo, aseguró, ninguno lo tiene.
Lamentó que esta irregularidad no se pueda sancionar. Agregó que el reglamento pide la revisión de las obras después de cada sismo intenso o cada cinco años, en los que participen un perito en estructura, un director de obras o un ingeniero; sin embargo, señaló, tampoco se realiza.
Refirió que a los condóminos que tienen afectaciones en sus departamentos se les hará propuestas de reforzamiento, pero analizarán primero de dónde se sacarán los recursos y sacar a la brevedad “de esa vulnerabilidad a mucho de ellos que están habitados”.
Respecto a los hoteles en Acapulco, el funcionario de Protección Civil refirió que se trabaja en un proyecto de revisión, para calificar la resistencia de sus estructuras. Reconoció que las hospederías tienen criterios estructurales más exigentes, aunque muchos fueron construidos antes del sismo de 1985.
Vulnerabilidad total
El secretario de Seguridad Pública y Protección Civil, Ramón Almonte Borja, reconoció que ante cualquier contingencia natural, la entidad es superada “inmediatamente”, por lo que cabildea con el Congreso local, recursos extraordinarios para hacer frente a fenómenos y para la compra de equipo para prevención y reacción.
El funcionario dijo que la autoridad de Guerrero es rebasada ante cualquier contingencia, por eso, dijo, siempre se recurre a la ayuda de la federación.
Urgió la compra de equipamiento de reacción ante cualquier fenómeno hidrometeorológico, sísmico o de incendios, “por que el estado no cuenta esquemas para enfrentar de manera total este tipo de contingencias”. “Tenemos que reconocer que en materia de protección civil somos rebasados por cualquier tipo de desastres”.
El responsable de la seguridad y de protección civil de la entidad no precisó el tiempo de gestión o liberación de recursos extraordinarios, pero si garantizó que será este año cuando se concrete la cantidad que podrían destinar los diputados locales.
Guerrero cuenta con 40 millones de pesos para hacer frente a las contingencias naturales o afectaciones por lluvias u otros fenómenos, recursos que fueron etiquetados en la pasada administración mediante el esquema denominado Fondo de Solidaridad para Contingencias de Guerrero.
Protección Civil dio a conocer que en la próxima temporada de lluvias se esperan 14 ciclones tropicales en el océano Pacífico, de los cuales cinco tienen potencial de ser huracanes moderados, además de tres intensos.